Alberto Gamero analiza el reto de Águilas Doradas en la previa al duelo.

Hubo muchas cosas buenas, porque no es fácil a veces enfrentar a esos equipos con diez o con nueve, un bloque bajo. Me parece que lo que más me gustó a mí fue la paciencia de todo el equipo, la tranquilidad.

Indudablemente había que mejorar lo que era una pared, lo que era una individualidad, una genialidad, como uno lo llama, pero me gustó mucho la paciencia. No nos desesperamos en tirar pelotazos, en tirar tanto centro, y nos dimos vuelta al balón y nos encontramos en paz. Eso me gustó bastante: la tranquilidad.

Tuvimos una semana larga de trabajo, porque si bien es cierto que se gana un partido, también cometimos errores en momentos donde ese equipo con nueve hombres nos llegó un par de veces. No con peligro, pero sí un par de veces, mucho más un tiro libre que pateó Rodas y sacó Alejandro.

En esta semana hemos hecho mucho énfasis en eso, en las paredes, en las triangulaciones, en el posicionamiento de los jugadores. Ellos tienen que entender que existe una posición donde juegan y bajo ese espacio, esas zonas y carriles que nosotros les damos, tienen que ser importantes.

Pensamos en lo que es este partido del domingo, que para nosotros va a ser fundamental. Si bien es cierto, se hace una semana tranquila porque logramos en el partido meternos entre los ocho, ahora viene lo más duro: sostenernos. Hemos trabajado fuerte para este partido.

Hoy apenas es jueves, hemos hecho trabajos con ellos y sin ellos. El Jani viene de una inflamación, Estupiñán de una lesión, Quiñones de una molestia, también está ahí. Son jugadores que tenemos en mente para el once inicialista. El único jugador que seguramente no va a estar el domingo es Felipe Aguilar, que tiene una molestia más larga. Ese es el único que no estará; creo que vamos a tener todo el equipo disponible.


Nos vamos a enfocar en eso: no ha sido fácil después de once o doce fechas meternos entre los ocho. Hoy que estamos ahí, hay que trabajar más.

Ahora tenemos un compromiso mucho más grande, que es sostenernos. Llegar a los ocho se puede, pero lo difícil es sostenernos. Hemos tenido una semana sin relajo, cero relajos. Se ha trabajado más porque pensamos que este partido que viene es el que nos va a dar esa lucecita de quedarnos entre los ocho.

Hemos hecho mucho énfasis en repeticiones: lateral–extremo–medio centro; lateral–extremo–central; extremo–media punta–nueve. Todas esas relaciones tratamos de mejorar. Es bueno tener casi todo el equipo completo para este partido.

Estamos cerca de Alianza, que va a jugar con Llaneros, a un punto de Llaneros, a tres de Nacional y a cuatro del cuarto lugar. Estamos todos pegados. Lo importante es mirar hacia arriba, a quién podemos alcanzar. El partido del domingo va a ser crucial para nuestras aspiraciones.


Dentro de lo que teníamos planteado antes del partido contra Equidad, era ganarlo y poder estar dentro de los ocho. Gracias a Dios lo hicimos y con resultados que se dieron.

No estamos pensando solo en mantenernos ahí; va a ser mucho más difícil. Esto que dices no pasa solo en Colombia, pasa a nivel mundial: el equipo que va ganando 2-0 a veces se complica.

Yo siempre he dicho: si comienzo un partido ganando 2-0, para mí es tranquilidad. Pero muchas veces pasa que te hacen un gol y cambia todo. Puede ser presión, nerviosismo, cansancio. A nosotros también nos ha pasado. Son cosas que hay que revisar y explicar a los jugadores, porque este es el fútbol, en el fútbol puede pasar cualquier cosa.


Hemos encontrado una base. En los primeros partidos no la teníamos, había muchos cambios por expulsiones o lesiones. Ahora los que han entrado lo han hecho bien, hay más competencia y más comprensión.

A medida que pasan entrenamientos y partidos, he visto mejoría. Pero necesitamos más. Si queremos estar entre los ocho, debemos hacer mejor campaña que Llaneros, Santa Fe o Nacional.

Hemos mejorado en defensa: en los últimos tres partidos nos hicieron un solo gol. En ataque también hemos generado más opciones. Pero necesitamos más claridad al llegar.


Tengo dos posibilidades para reemplazar a Aguilar: Corujo o Quiñones. Estamos trabajando con ellos y tenemos dos días más para decidir.

Lo de Mimbacas es muy bueno, ha mostrado mejoría, pero todavía queremos más: que aporte más, que tenga más sociedad con el equipo. La competencia con él, Estupiñán y Moreno está abierta. Todos se están preparando bien.


Cuando llegué, pedí que vinieran inversionistas, que esto tenía que cambiar. Mi cuerpo técnico y jugadores nos comprometimos a no mirar ese punto.

El Cali tenía que resolverse en la parte directiva. Nosotros nos metimos en la cabeza que no vamos a detenernos por eso. Poco leo redes sociales y le pedí a los jugadores lo mismo.

Hoy sentimos que se están mejorando cosas, y nosotros debemos mejorar lo futbolístico. Estamos más cerca de seguir mejorando que de empeorar como en los primeros partidos.

No nos enfocamos en lo externo. Nuestro presidente siempre nos comunica y los inversionistas han estado presentes. Hay una buena comunicación. Nosotros estamos enfocados en lo deportivo porque queremos clasificar.


Este es un rival con técnico nuevo, Jonathan Risueño. Ha dirigido dos partidos con estructuras distintas: contra Envigado un 4-2-3-1, y contra Llaneros un sistema con tres centrales.

Siempre mantiene un par de pivotes, Pineda y Lozano. Cambia el media punta: Jonny González, Morelos u Obregón. Sus extremos casi no cambian.

Nosotros analizamos esas dos estructuras, cómo ser fuertes y cómo defendernos. Nuestra estructura difícilmente la cambiamos: 4-2-3-1 o 4-4-2. Depende si juegan con carrileros o extremos.


Hemos trabajado en la posición y el juego. Poco trabajo específico, más complementario. Los muchachos hacen trabajos individuales temprano, pero el énfasis ha sido en juego.

Al inicio no hacíamos secuencias largas; hoy sí. Intentamos iniciar juego con variantes.

En defensa hemos mejorado con el cuadrado 4-2, sincronizado con diferentes jugadores. En 4-3-3 no nos fue bien, por eso mantenemos la estructura actual.


El fútbol se gana con goles. Hoy somos de los equipos que más goles tiene en la liga.

Debemos seguir mejorando la forma de llegar. No vamos a cambiar: insistiremos con laterales de salida, medio centro acompañando, extremos por dentro y fuera, y el nueve haciendo diagonales. Nos ha ido bien y queremos potenciarlo.


Que no nos hagan goles no significa solo buena defensa. Insisto siempre en defender con diez jugadores, porque el arquero tapa, no defiende.

Si los delanteros ayudan a defender, el equipo es más fuerte. Es una ayuda mutua: yo te ayudo a atacar, tú me ayudas a defender.

Contra Águilas será clave porque tienen buena ofensiva y juego aéreo. Queremos ganar allá.


Este grupo es receptivo: entrena a cualquier hora, incluso con calor fuerte. Eso me gusta.

Me gusta que el equipo es consciente de mejorar, que quieren aprender. Se les da tareas, responden bien.

Desde que llegamos, pensamos en entrar entre los ocho. Lo logramos, pero ahora lo difícil es sostenernos. Debemos remar para mantenernos en ese grupo.


La tranquilidad me la da que el que juega lo hace bien. A veces hay que modificar: sacar un volante o un extremo para ganar generación de juego.

Hay jugadores que están evolucionando en ese puesto, incluso jóvenes de la Sub-20. Hay una pelea sana por la posición y el domingo jugaremos con el que mejor esté.


Siempre he estado tranquilo. La tranquilidad no significa estar conforme. Significa seguir trabajando con humildad, corrigiendo errores y aspirando a estar entre los ocho.

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