
Nuestro Deportivo Cali luchó con coraje en el Atanasio Girardot, dejando una imagen sólida pese a la derrota 2 – 1 visitando a Atlético Nacional. Los dirigidos por Alberto Gamero iniciaron con determinación y se adelantaron gracias al tanto de Andrey Estupiñán, quien alcanzó su quinto gol en la temporada y confirmó su regularidad ofensiva.
Sin embargo, el local aprovechó dos acciones puntuales para revertir el marcador. Más allá del resultado, el conjunto Verdiblanco mostró orden, valentía y una idea clara de juego.
Desde el análisis estadístico, el partido evidenció un rendimiento competitivo. Nacional tuvo mayor posesión (63,7 %), pero los Azucareros generaron 15 remates, cuatro de ellos con dirección al arco, y crearon varias opciones claras que no lograron concretarse. Luis Marquínez fue figura con seis atajadas de elevado nivel.
Los números reafirman que la falta de eficacia fue el principal factor que impidió traer puntos de Medellín, más allá del esfuerzo colectivo y el planteamiento táctico.
El equipo mostró actitud, disciplina y convicción. Hubo momentos de dominio, presión alta y juego asociado que reflejaron el trabajo del cuerpo técnico y la entrega de los jugadores. Este grupo está en evolución y cada encuentro deja aprendizajes valiosos.
Caer con la frente en alto es también una muestra de carácter y compromiso, señales de un plantel que no baja los brazos y que sigue fortaleciendo su identidad dentro y fuera del campo.
Ahora, toda la energía se enfoca en el clásico vallecaucano de este sábado. Es el momento de unirnos como familia Azucarera, llenar nuestro estadio y acompañar al plantel con la pasión que nos distingue. Porque la fe y el amor por el Cali no se negocian.
Este grupo sigue creyendo, sigue trabajando y seguirá dejando el alma por nuestros colores. 💚⚽️





